Solita


En la vida de una mujer suele siempre haber una cicatriz que es evidente y que sabe bien que aunque pase el tiempo ninguna felicidad efímera o duradera podría borrarla.

Morimos en el intento de olvidar porque eso es indiscutiblemente imposible. Debemos aceptar que las cosas poco deseables que nos suceden son consecuencia de nuestra poca capacidad para permanecer lúcidas cuando amamos.... y la mala suerte se une y coloca en nuestro camino a quien no nos merece para causar aquella cicatriz.

Hoy me pregunto, si fuese posible retroceder el tiempo, ¿cuántas ya hubiésemos comprado boleto para hacer ese pequeño viajecito?. Yo ya he escogido aquello que quiero cambiar. Solo una sola cosa, no dos, no tres, únicamente UNA.

Esto se vuelve un calvario. En cada página de la vida, se escribe y se enumeran los intentos para concentrarnos en lo que nos hace feliz y dejar de lado la cicatriz que causa escozor y que cuando hacemos mucho esfuerzo se abre y duele.

El tiempo es buen amigo, puede aliviar el dolor, puede colocar como si fuera menú, un sin fin de opciones para sentirse mejor, pero cuando se recuerda, pero cuando se ha errado garrafalmente, no hay menú, no hay trago, no hay clavo, no hay nada que pueda ayudar.

¿Cuál es la solución? ¿Tiempo? ¿qué debo hacer? ¿Asesinar al culpable? ¿Quemar su casa? Creo que es: simplemente seguir y esperar que la justicia divina le arranque las mismas lágrimas que a mi me arrancó para sentirme vengada.


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