Robarte
Veamos si podemos encajar en alguna historia mágica. Aquella que podría ser el remedio a la triste historia que hoy vivimos. Paso a diario rozando tu presencia y yo, que nada tendría que reclamar, le grito al destino por alejarme de ti. Pregunto ¿qué pasó? Otro responde: simplemente ahí no hay nada para ti. Injusticia parece. Ofrezco todo lo posible pero es insuficiente. Tu amas a alguien más. Alguien diferente y yo la envidio, quiero lo que ella tiene. Es más, quiero robarte. Si quiero robarte. Quiero secuestrar tus pensamientos para mí. Quiero llevarte conmigo y no regresarte. Amarrarte a mi cama y no dejarte. Y por si pides auxilio pues voy a besarte tanto que tus labios se van a quedar cansados y no podrán gritar. Quiero hacer tantas cosas a tu lado. Y si me descubren en el acto, pues me voy presa. Que más da. Tu me tienes cautiva ahí sin salir del hoyo de un amor no correspondido y de una forma desdeñosa me dices "yo no te deseo". No logro huir. Mucho miedo...